En una conferencia con un grupo de jovenes la Pastora Princess Arias motivo a los participantes con la conferencia sobre La historia de Jesús, siendo esta el mayor acto de amor y salvación. Dios envió a su Hijo al mundo para vivir como hombre, enfrentar pruebas y sacrificarse por nosotros. A los 33 años, Jesús entregó su vida en la cruz y, al tercer día, resucitó, demostrando su poder divino.
Sin embargo, su misión no terminó ahí. Antes de ascender al cielo, Jesús dejó un regalo invaluable para la humanidad: el Espíritu Santo. Este no es solo un concepto abstracto, sino una presencia real y transformadora en la vida de quienes lo reciben. En Juan 14:26, Jesús prometió que el Espíritu Santo vendría a guiarnos, enseñarnos y recordarnos todo lo que él nos enseñó.
El Espíritu Santo es un regalo que debemos valorar y cuidar. Es sensible y solo habita en corazones dispuestos a recibirlo. Así como protegemos algo valioso, debemos procurar que su presencia permanezca en nosotros, alejándonos de lo que lo entristece.
Hoy, más que nunca, necesitamos del Espíritu Santo para enfrentar las tentaciones y dificultades del mundo. Con él, nuestra vida cobra propósito, dirección y paz. ¿Estás listo para recibir este regalo y permitir que transforme tu vida?
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